Hoy vamos a comentar diversos juegos que se pueden realizar en una misma sesión de tutoría. Estas actividades son muy indicadas para estas semanas de fin de trimestre en las que los alumnos andan agobiados con acumulación de exámenes y entregas de trabajos. Son actividades que les divierten y casi sin darse cuenta, trabajan aspectos como la capacidad de observación, la memoria, la escucha, la concentración y la confianza.
La primera actividad la llamaremos "DE FRENTE Y DE ESPALDAS" y la descubrí en un curso de teatro a cargo de Mertxe Aguilar. Los alumnos se ponen frente a frente por parejas en diferentes puntos del aula. Si es posible, retiraremos a los lados los pupitres para crear un espacio central despejado. Durante 30 segundos, cada pareja se observará mutuamente tanto sus rasgos físicos como los detalles de su indumentaria. Pasado el tiempo establecido, las parejas se darán la vuelta y se pondrán espalda con espalda. A continuación, o bien nosotros o bien otros alumnos a los que les hemos explicado previamente la actividad, empezaremos a preguntar a un miembro de cada pareja. Por ejemplo: ¿En qué mano lleva tu compañero la pulsera? ¿Cuántas rayas tiene su pantalón? ¿Qué palabra pone en el logo de la camiseta? ¿En qué mejilla tiene una peca? ¿De qué color son sus cordones? ¿De qué color son sus ojos?...
Así pondremos a prueba su capacidad de observación y de memoria y ellos serán conscientes de que no es tan sencillo como parece.
Podemos elevar un poco la dificultad del juego, pidiendo al alumnado que se ponga más complementos de lo habitual para que al haber más detalles, el juego se complique. Del mismo modo podemos hacer preguntas con cierta trampa para ver si realmente han estado atentos en su observación, es decir, preguntar por cosas que no existen. Por ejemplo: ¿En qué oreja lleva el piercing? Cuando realmente no lleva nada.
El segundo juego de hoy lo llamaremos "EL TÍTERE" y lo aprendí y puse en práctica en el taller de teatro de Begoña Tenés. En esta ocasión vamos a trabajar la concentración y lo que en teatro llamamos "la escucha", algo así como el control absoluto de todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Un actor o actriz en escena no sólo ha de estar concentrado por su propio texto, su posición y la naturalidad de sus movimientos sino que también ha de controlar las entradas y salidas de sus compañeros, el texto de los mismos y sus posiciones; para saber cuándo y cómo reaccionar sin anticiparse ni retrasarse. Para practicar este aspecto, un alumno que hará de títere se sentará en una silla y dejará sus brazos relajados sobre sus rodillas. Otros dos alumnos se pondrán a ambos lados del primero para ser los titiriteros que mueven sus hilos invisibles. Uno manejará los hilos de la mano derecha y pierna derecha, y el otro se encargará de la parte izquierda.
Los titiriteros tirarán de los respectivos hilos invisibles hacia arriba o hacia abajo e incluso de lado a lado o dando vueltas. Todo ello lo harán con movimientos lentos para que el títere pueda estar atento. Así, el títere podrá verse en la complicada situación de tener que subir la mano derecha mientras por otro lado baja la pierna izquierda o mueve a los lados la mano izquierda. Por está razón, el títere debe mostrar máxima atención y control de todo lo que ocurre a su alrededor.
Para añadir más dificultad al juego, el titiritero puede "cortar" alguno de los hilos abriendo bruscamente la palma de la mano. Al soltar el hilo, el títere deberá dejar caer de golpe la mano o la pierna liberada. Del mismo modo, y sólo si el juego está controlado, el titiritero puede iniciar un nuevo movimiento creando un nuevo hilo invisible en otra parte del cuerpo como la rodilla o el tobillo, simplemente poniendo su mano sobre la parte indicada sin tocarla y comenzar lentamente a tirar del nuevo hilo invisible. Es una actividad que les resulta bastante complicada pero es muy efectiva y les divierte.
Para acabar la sesión, vamos a trabajar la confianza entre los compañeros con LA RUEDA HUMANA, otra actividad del taller de teatro de Begoña Tenés. El alumnado se dispone en círculos de 7-8 personas. Es importante que estén bien pegados los unos a los otros y que no haya grandes huecos entre ellos. Un voluntario se pondrá en medio del círculo y cruzará sus manos sobre su pecho. A continuación, el voluntario debe demostrar total confianza en sus compañeros al dejarse llevar por los que componen el círculo, que se lo irán pasando de mano en mano sin permitir que se caiga ni que se haga ningún daño. Sólo demostrarán una confianza total si dejan su peso muerto a merced de sus compañeros. El juego les resulta muy divertido y además es curioso porque a algunos les resulta relajante y a otros les da un poco de mareo... Os recomiendo que la probéis... Sí, sí, vosotros también podéis demostrar a vuestros tutorandos que confiáis en ellos; yo lo hice.
Vaya me encantó. Quisiera leer mas
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