LA PELOTA CUENTACUENTOS


"La pelota cuentacuentos" es una actividad en la que podemos poner en práctica las siguientes destrezas: la capacidad de concentración, la escucha, la rapidez mental y sobre todo, es un estupendo estímulo para la creatividad.
 Para llevar a cabo este juego vamos a despejar una zona central del aula y a formar uno o varios círculos de sillas, según el número de alumnos. Entre 12 y 15 alumnos por círculo es lo más adecuado.
 Le daremos una pelota a un alumno o alumna que elijamos al azar, y le pediremos que lea en alto el comienzo de un relato. Entre los comienzos que yo trabajé están los siguientes:

- Me desperté en una playa con la ropa empapada. En mi bolsillo había un anillo. No había nadie a mi alrededor.
- Buscando en un cajón en casa de mis padres, encontré una carta sin abrir que mi abuelo había escrito a mi abuela.
- Cuando llegué a casa, alguien había roto el cristal de una ventana lanzando un piedra desde el exterior. Mis padres, muy nerviosos, llenaban unas maletas con equipaje para una larga estancia.


A continuación, el alumno que ha leído el comienzo del relato, lanza la pelota a uno de sus compañeros y éste ha de continuar brevemente la historia. Con dos o tres frases para que avance la narración es suficiente. Hemos de animarles a que le echen imaginación pero que a la vez sean rápidos en su aportación, así como dejar cada vez el relato abierto a la continuación. Una vez ha concluido el segundo participante, éste lanzará la pelota a un nuevo compañero para que prosiga con el relato y así sucesivamente.  Por supuesto, les indicaremos que no han de repetir el destinatario de su lanzamiento para que todos participen y se eviten amiguismos o todo lo contrario.


Es conveniente que nosotros vayamos haciendo resúmenes puntuales de cómo va la historia para ayudarles a que tenga cierta coherencia sin coartar su creatividad e imaginación. Cuando consideremos que la historia no da mucho más de sí y la pelota ha pasado por suficientes manos, le pediremos al último receptor de la pelota que busque un final posible al relato. Se propondrá al grupo que inventen finales alternativos para ver hasta dónde son capaces de llegar. Es curioso cómo salen a la luz sus inquietudes y afinidades en las diferentes e insólitas variantes que plantean en cada historia; los hay que van hacia relatos macabros y violentos, otros van más hacia lo sentimental o algunos buscan misterios de lo más enrevesados. 



Esta actividad fue muy bien aceptada por mi grupo y trabajamos los tres inicios planteados anteriormente. Sus historias tuvieron de todo: desde una trama mafiosa con prestamistas secuestradores, unos crímenes de guerra silenciados durante años, hasta un romance clandestino en un crucero... Una divertida y recomendable sesión.

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