UNA FRASE PARA TODOS

(lavidalucida.com)

UNA FRASE PARA TODOS.

En ocasiones, bien sea porque estamos nerviosos o porque nos vemos en una situación imprevista, nos dirigimos a alguien de manera desafortunada, utilizando un tono inadecuado aunque la frase pronunciada no sea ofensiva ni despreciativa. Nuestro alumnado ha de comprender que es muy importante el tono empleado para decir según qué cosas, ya que así podemos evitar fácilmente un conflicto. Hay muchas maneras de decir cosas tan habituales como "Quítate de en medio que no veo" o "Llegas tarde" 
 Una manera de trabajar este aspecto es modificar las frases para que no suenen tan secas o agresivas, añadiendo un "perdona" o un "por favor" o simplemente indicando la necesidad que produce esta frase: "Perdona, no puedo ver bien la pizarra... ¿Puedes quitarte de en medio?" Pero en este juego no vamos a centrarnos en elegir la frase adecuada, sino en el tono adecuado.
 En primer lugar, pediremos a un grupo de alumnos que piensen en una frase cualquiera, por ejemplo "Tengo frío porque la ventana está abierta" y que la vayan diciendo en el tono más neutro posible. Cuando se complete la ronda, iniciaremos una nueva vuelta pero diciendo la misma frase con diferentes tonos:
-Enfadado
-Contento
-Triste
-Asustado
-Histérico
-Burlón
-Amenazante
-Desconfiado

(universia.net)

 Una vez hemos completado varias rondas hablaremos sobre cómo cambiaría la reacción de quien recibe dicha frase según el tono usado. No es lo mismo que alguien te hable de manera amenazante o burlona que de forma temerosa o contenta.
 Una vez asimilado el objetivo de la actividad, les invitaremos a que relaten algún recuerdo propio en el que el tono de una frase inocente desencadenó un conflicto. Podemos partir de un recuerdo nuestro para ayudar a que hagan memoria, ya que, seamos sinceros, seguro que todos hemos utilizado un tono inapropiado a lo largo de nuestra vida personal o como docentes. Este hecho nos servirá para acercarnos más nuestro grupo y conseguir su empatía. 
 En una segunda parte de la actividad, más lúdica y creativa, vamos a hacer nuevas rondas pero esta vez, en vez de plantear diferentes tonos, propondremos diferentes personajes. Es decir ¿Cómo diría esa frase un político? ¿Un sacerdote? ¿Un científico? ¿Un humorista?... Procurando que eviten caer en tópicos ofensivos o incorrectos, les pediremos que ellos mismos propongan nuevos personajes... Ya imaginaréis que la figura del profesor saldrá a la palestra.


Comentarios