El llamado "Pensamiento visual" o "Visual Thinking" es una técnica que tiene una interesante aplicación en la educación y que se fundamenta en el hecho de que procesamos más fácilmente una imagen que un texto; así pues, los alumnos asimilarán mejor un contenido, si éste viene representado por una imagen. Pero este método resulta más interesante si lo planteamos al revés: propondremos al alumnado que exprese una serie de contenidos o ideas a través de sus propios dibujos en los que no ha de haber ninguna palabra escrita, todo ha de ser expresado en imágenes.
De este modo no sólo vamos a estimular su creatividad sino que se esforzaran por plasmar todas las ideas en un mismo dibujo, lo que contribuye a mejorar su capacidad de expresarse y comunicar. Normalmente, en todos los mapas y esquemas mentales del "Visual thinking" se pide cierto orden y jerarquización en las ideas o contenidos dibujados, pero yo únicamente les pedí que hicieran un dibujo donde se pudieran apreciar todas las ideas que pusimos en la pizarra, sin dar especial prioridad a ninguna en concreto.
Este es el dibujo de Claudia, a quien pregunté dónde esta expresada la desinhibición, a lo que ella me respondió: ¡La chica se había puesto ese sombrero!
-Mareos y dolor de cabeza.
-Vómitos y malestar.
-Desinhibición.
-Pérdida de equilibrio y reflejos.
-Pérdida de conocimiento y consciencia.
-Mal olor.
A continuación les pedí que expresaran todas y cada una de estas ideas en un dibujo. Resultó curioso cómo con algunos sencillos trazos y sin necesidad de ser grandes dibujantes podían reflejar muchas de esas ideas: unas líneas helicoidales alrededor de la cabeza o unos ojos en forma de cruz ya denotan mareo y dolor de cabeza; dibujar el cuerpo inclinado y con una pierna levantada implica falta de equilibrio e imágenes como situar a la persona sobre una silla o mobiliario roto a su alrededor nos informan sobre la desinhibición o pérdida de la consciencia. Otros elementos como los olores fueron resueltos, a menudo, poniendo moscas o líneas humeantes junto a las personas dibujadas, y los vómitos fueron más obvios y fáciles de expresar. Sin embargo, en algunos casos les pedí que lo revisaran hasta que expresaran de algún modo el conjunto de las ideas propuestas.
Al grupo le pareció una sesión muy entretenida y alguno se reveló como un dibujante de lo más competente. Además, no sólo es aplicable en tutoría, ya que se puede proponer como actividad de asimilación de contenidos de cualquiera de las materias que cursan.
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